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HISTORIA

Restaurante con Historia

 

 

Nuestro restaurante está ubicado en uno de los edificios más nobles del Casco Antiguo de Marbella. La casa data de 1555, está enclavado en la plaza de Los Naranjos, y ha sido descrita como ejemplo de gótico mudéjar tardío, pervivencia del conservadurismo de las tradiciones medievales por las características de su fachada. 

Plaza de los Naranjos 1930
Plaza de los Naranjos 1960

Sobre la portada principal de piedra arenisca, propia de la zona, se abre un balcón con una puerta central compuesta por un arco apuntado con columnillas adosadas a las jambas y un intradós rehundido, que se inicia a la altura de las impostas. Por encima, un alfiz suspendido, labrado en su interior. Las albanegas se adornan con sendos candelabros. En los lados, dos pequeñas hornacinas y por debajo de éstas dos escudos idénticos cuartelados, pero éstos son distintos en textura y color y están adosados, no labrados en la fachada como el resto de la decoración. En el último piso se abre una pequeña galería de arquillos de medio punto con alfiz desclutrado y relieve, que se sustenta en plintos y columnas con capiteles.

 

La interpretación de los escudos, compuestos de un cantón diestro con un castillo, en el izquierdo, trece estrellas, y en los inferiores, seis lises y un águila, podría estar relacionada con el apellido Salazar. Esta familia de escribanos, como Rodrigo Fernández de Salazar, de regidores como Lázaro de Salazar, en la segunda mitad del XVI, y Juan de Salazar ya en el XVII y sus herederos los Pérez de Salazar, entre los que destacaba el licenciado Miguel Francisco Gil de Salazar, abogado y alcalde mayor, tuvieron sus viviendas en la plaza, en la calle Nueva y en la población nueva de la fortaleza.

 

 

Plaza de Los Naranjos 1920
Plaza de Los Naranjos 1920

Es difícil, pues, fijar si la vivienda pertenecía a ellos, ya que, por ejemplo, Juan de Durango, también regidor, se refiere a Lázaro de Salazar en las escrituras como “mi hermano”. Durango además estaba emparentado con los Villegas, al estar casado con una de las hermanas, y los Villegas eran propietarios de una vivienda cercana a la iglesia de Santiago. Por otro lado, la división en cuarteles de los escudos es signo de parentesco, por lo que no sería extraño la presencia de otros apellidos ilustres que, por ahora, no han podido ser desvelados. (*)

(*) Información extraída de la obra ‘El Centro Histórico de Marbella. Arquitectura y urbanismo’, de Francisco Javier Moreno. Publicada por la Universidad de Málaga